Paper de la semana | Un tercio de los universitarios espera ver impactos a largo plazo en sus ingresos por la pandemia
El estudio evidenció que los alumnos ya están decidiendo postergar su graduación y abandonando cursos, mientras que la mitad ha disminuido su rendimiento académico.
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La pandemia del coronavirus ha afectado a casi todos los sectores de la sociedad, y el sistema educativo no es la excepción.
Para entender su impacto en los estudiantes universitarios -en particular en los de bajos recursos- académicos de la Universidad Estatal de Arizona encuestaron a 1.500 alumnos de dicha institución, lo que decantó en el estudio “El impacto de Covid-19 en las experiencias y expectativas de los estudiantes: evidencia de una encuesta”.
“Los estudiantes enfrentan un ambiente cada vez más incierto, donde la crisis de salud y la transición al aprendizaje en línea pueden haber afectado su rendimiento académico, planes educativos, participación actual en el mercado laboral y expectativas sobre el empleo futuro”, explica la investigación.
La pandemia ha llevado al 13% de los estudiantes a retrasar su fecha de graduación y al 11% a abandonar al menos una clase, mientras que un 12% ha tenido la intención de cambiar su especialización y el 50% ha disminuido su tiempo de estudio y rendimiento académico, siendo estos efectos más pronunciados entre los de menores ingresos, dice el paper.
Los alumnos que trabajan sufrieron un recorte de 31% en sus salarios, una caída de 37% en las horas semanales en promedio y “alrededor del 40% de los estudiantes perdieron un empleo, pasantía u oferta laboral, y el 61% informó tener un miembro de la familia que experimentó una reducción en ingresos”.
En cuanto al futuro, los estudiantes perciben que su probabilidad de encontrar trabajo luego de la universidad bajó casi un 20%, mientras que el 29% espera ganar menos a los 35 años. Esto, según el académico de la Universidad Estatal de Arizona y autor del estudio, Esteban Aucejo, evidencia que “la pandemia ha afectado también las expectativas de largo plazo de los estudiantes, ya que muchos de ellos esperan que sus salarios en 15 años continúen siendo afectados por las consecuencias económicas presentes”.
El doctor en Economía de la Universidad de Duke explica que “las crisis tienden a exacerbar las diferencias sociales” a lo que agrega que “proveer ayuda directa a aquellos estudiantes con dificultades económicas, así como la expansión de créditos educativos será clave para no ampliar la brecha educativa entre los estudiantes de distintos niveles socioeconómicos”.
“Las universidades deberían atender las distintas realidades, permitiendo un mayor grado de morosidad en el pago de matrículas y cierta flexibilidad en cómo se dictan y se evalúan los cursos, ya que que muchos estudiantes no tienen el mismo acceso a la tecnología”, propone.
Panorama local
El académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile (FEN), Sergio Olavarrieta, explica que tanto en Chile como en el mundo habrá postergaciones por motivos económicos, necesidad de volver a los hogares, ayudar a las familias, o bien hay quienes “van a preferir esperar un poco y volver a la universidad cuando esté normal”, dice.
El doctor en Administración de Empresas de la Universidad de Georgia afirma “es justamente ahora el momento de repensar” los modelos educativos, y agrega que “la gente a veces se olvida que cuatro o cinco años sólo dedicados a estudiar es un costo alto, muy alto para la sociedad y las familias”.
“El modelo de las carreras de cinco a seis años y más -salvo alguna excepción muy puntual- es algo que es necesario repensar. Es muy caro para la sociedad chilena, y más caro para la gente con necesidades anexas”, argumenta.
Para el caso particular de Chile, precisa que “tenemos una dificultad” en cuanto al primer semestre de las carreras, el que a su juicio se podría evitar en las universidades si los estudiantes llegaran “más nivelados” desde la enseñanza media.